CINE: “LONDRES BAJO FUEGO”: DUROS DE MATAR

TÍTULO ORIGINAL: LONDON HAS FALLEN (LONDRES BAJO FUEGO, EN ARGENTINA). PAÍS: EE.UU. GÉNERO: ACCIÓN, SUSPENSO, ATAQUES TERRORISTAS. REPARTO: GERARD BUTLER, AARON ECKART, MORGAN FREEMAN, ANGELA BASSETT, ROBERT FORSTER, MELISA LEO, RADHA MITCHELL Y ELENCO. GUIÓN: CREIGHTON ROTTHENBERGER, KATRIN BENEDIKT, CHRISTIAN GUDEGAST, CHAD ST. JHON. MÚSICA: TREVOR MORRIS. FOTOGRAFÍA: ED WILD. DIRECTOR: BABAK NAJAFI. DURACIÓN: 99 MIN.

CALIFICACIÓN “en FOCO”: 7 (ACEPTABLE)

Quien suscribe, que se formó en el campo de la crítica cinematográfica en la década del ’80, atestada por tanques de acción donde Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Mel Gibson y cia hacían de las suyas, a veces extaño las cintas con estas características que, cada vez, son más espaciadas.

No todo en el mundo del cine busca un guión elaborado, mensajes subliminares, y es dirigido sólo a un público selecto. La audiencia es variada y una parte de ella busca sólo diversión, pasar un buen rato, sin tener que estar atento de “entender” una historia intrincada, con interrelaciones laberínticas dignas para especialistas de crucigramas. Éste género es así y hay que analizarlo desde ese punto de vista.

“Londres bajo fuego” es la secuela de “Ataque a la Casa Blanca” que tan bien había funcionado. En esta entrega, Aaron Eckhart (Diario de un seductor, El laberinto, Nuevamente amor, Batman, el caballero de la noche) encarna a Benjamin Asher, el presidente de los Estados Unidos, que debe darse cita en Londres, junto a los primeros mandatarios más importantes del mundo, en el funeral del Primer ministro británico. Claro que, el viaje no será nada placentero, pues una red muy numerosa de terroristas asalta la ciudad con el fin de acabar con la vida de éstos, principalmente con Asher, incluso con la intención de transmitirla en cadena mundial para que todos vean el nuevo orden que ejercerá el poder.

Sin embargo, los terroristas no contarán con la presencia de Mike Banning (Gerard Butler: 300, Pos Data Te amo, Ataque a la Casa Blanca, El cazarecompensas, Días de ira, La cruda verdad, RocknRolla) quien encarna al agente del servicio de inteligencia, encargado de salvar (cien veces) su vida.

Ambos (Eckhart y Butler) cumplen su rol a la perfección, aunque sin dudas es el escocés el que se luce más poniéndole el pecho a las balas y al despliegue físico en pos de proteger a su presidente. Un papel digno de Gibson, Willis o Schwarzenegger, que cumple con oficio y soltura. En cambio, hay roles secundarios, como el de Morgan Freeman (La historia de Dios, Nada es lo que parece, Ben Hur, Batman, el caballero de la noche asciende, Invictus, Todopoderoso, Antes de partir) en la piel del vicepresidente de EEUU, que no sons aprovechados. Un par de líneas y nada más. En esa misma línea tenemos a la gran Angela Bassett (Ataque a la Casa Blanca, Esto es guerra, Identidad protegida, Chi-Raq) en el rol de Lynne Jacobs, la ministra de Seguridad, quien también padece la indiferencia de los escritores.

Y allí radica una de las grandes debilidades del film que es “el guión”. Paradógicamente, del mismo se encargó un grupo grande de personas responsable de darle forma a la historia. Sin embargo, ellos dejan en un segundo plano los diálogos, para centrarse en los momentos de acción, de suspenso, de thriller psicológico, donde aquí sí, fueron manejados con maestría por el director (Babak Najafi: Snabba Cash 2, Sebbe). “Londres bajo fuego” exhibe un ritmo arrollador y un despliegue impresionante, que no deja indiferente al espectador. La otra gran objeción es su tinte “patriota” a todas luces cuestionable e innecesario, que deja en claro en varios pasajes de la cinta. Al margen de estos detalles, el film logra entretener casi de principio a fin y renueva nuestro romance con los “tanques de acción ochentosos” que tanto nos estaban haciendo falta.

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